miércoles, 11 de mayo de 2011

el valor de las palabras.

Una palabra puede ser más potente que una lluvia de misiles, porque una palabra dicha, o no dicha, gritada o susurrada puede desatar una revolución.
Uno no se da cuenta de todo lo que tiene que decir hasta que empieza a decirlo. Las palabras están ahí, atrapadas en tu cabeza, quieren salir, quieren ser dichas, quieren ser gritadas
Uno cree que las palabras dan respuestas... pero dan algo más poderoso: preguntas.
Decir algo es muy potente, pero más potente aun es no decirlo. Porque el silencio también tiene palabras, pero son palabras guardadas, elegidas, que esperan pacientes el momento de ser reveladas. A veces solo hace falta abrir la boca para que se desate un huracán porque las palabras cuando llegan te despiertan aunque también pueden distraer, engañar.
Las palabras son pensamientos que se convierten en acción, actuar es la mejor palabra porque no se dice, se hace. Estas provocan, inquietan, movilizan.

Porque cuando todo perdió su valor la palabra puede rescatarnos.
Hay que creer y confiar en el valor de las palabras.

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